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miércoles, 26 de octubre de 2011

La dignidad y el respeto.

El filósofo Kant, nos ponía el siguiente ejemplo:

Un principe poderoso quiere provocar la ruina de un hombre honrado al que desea hundir por cualquier motivo caprichoso,este príncipe,para lograr su objetivo, exige a uno de sus súbditos que levante falso testimonio contra él.
El príncipe promete premiar con mucha generosidad el falso testimonio del súbdito,aunque también castigar con la máxima dureza su negativa a colaborar. Es muy dificil saber que haría realmente cada uno, pero sí podemos : saber que es posible no colaborar con esa vileza porque sabemos que no debemos hacerlo. Nadie nos puede arrebatar la opción de conservar la dignidad.
El mandato de conservar la dignidad es incompatible con plantearse cambiar de opinión por dinero.

Si lo que se discute ya es el precio, el tema de esa discusión ya no es la dignidad. Cualquier operación encaminada a calcular si compensa o no levantar falso testimonio es ya por si misma incompatible con la cuestión de la dignidad.

                                         El mandato de conservar la dignidad es incompatible con la pregunta:
                                         "¿Cómo de generosa sería la recompensa?".


"Ante un gran señor me inclino;pero mi alma permanece en pie.En cambio,ante un hombre corriente y de baja condición,en el cual percibo una rectitud de carácter mayor a la mía,inclinaré mi alma, quiera yo o no,aunque llevase la cabeza alta para no dejarle olvidar la superioridad de mi rango"
                                                                                              Immanuel Kant.

Si hablamos de la conveniencia,no hablamos de la dignidad ya que la voz de la dignidad no te ofrece nada a cambio. La voz de la libertad no nos engaña a ese respecto.Cuando grita "!Conserva tú dignidad¡" sabemos que no ofrece nada a cambio, más que la promesa de que quien lo haga...conservará su dignidad.

Quien se esfuerza por conservar su dignidad sabe que solo tiene algo que ganar: el poder seguir respetándose a sí mismo.
 Durante las últimas decadas,muchos tiranos(Chile,Uruguay,Argentina) han exigido falso testimonio so pena de las peores torturasa quienes no colaboraban...Y milagrosamente,ha habido quien ha logrado de otdas formas no levantar falso testimonio.Esto es, sin duda, un milagro que no es obra de ningún dios, sino de algunos hombres y mujeres.

¿Y qué se gana cuando se conserva la dignidad? Seguir respetándose a sí mismo.

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